Las tapas españolas y la gastronomía
Montaditos, pinchos, bocaditos, aperitivos… Cualquiera que sea el nombre que se le dé, las tapas españolas son una de las principales señas de identidad de España dentro y fuera de sus fronteras. Y es que son un elemento clave de la cultura gastronómica del país, tanto así que el Gobierno español solicitó a la UNESCO que las tapas sean declaradas como manifestación representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial.
El origen de las tapas no está claro. Hay muchas leyendas, teorías y suposiciones respecto a cómo surgieron, lo que además hace complicado fijar una fecha exacta para su nacimiento. En obras como “El Quijote” ya se hacía referencia a ellas, aunque se les llamaba “llamativos”, pero en realidad datan de mucho antes.
Hay teorías que aseguran que nacieron cuando el rey Alfonso X El Sabio, por prescripción médica, debía tomar una o dos copas de vino diarias y para evitar embriagarse debía comer pequeños bocados de comida. También se dice que surgieron para evitar los efectos del alcohol en los bares; y por ello servían lonchas de jamón u otros embutidos a los clientes.
Tapas, del bar a los restaurantes de alta cocina
Sin importar en qué siglo nacieron las tapas, lo cierto es que hoy día están completamente consolidadas en la gastronomía española. Destacan por ser comidas ligeras, rápidas y fáciles de hacer, y además permiten degustar diferentes alimentos en una sola sentada.
En el pasado solo eran lonchas de jamón, quesos, pan, aceitunas o frutos secos. Pero en la actualidad son mucho más que eso. Se han convertido en parte esencial de la cocina más elaborada. Cocineros como Ferrán Adriá, Quique Dacosta, Sergi Arola, Martín Berasategui o José Andrés han reivindicado el papel de las tapas de la alta cocina en la gastronomía española, encontrando en ellas otra expresión de su quehacer culinario.
Las tapas españolas se han convertido en una de las propuestas infaltables en las cartas de todo tipo de restaurantes. A las personas les encantan no solo por la variedad que propone este tipo de comida, sino también porque permiten pasar un buen rato con amigos, compañeros de trabajo y con la familia.
Por ello, en España las tapas son más que gastronomía; son una forma de entender la cultura a través de la comida. Y su popularidad es tal que ha traspasado fronteras, por lo que muchos países han adoptado esta tradición culinaria y ya se sirven sus propias tapas.